El drenaje linfático es un método de masaje inventado y desarrollado para que a través de precisos movimientos manuales sobre el tejido conjuntivo se consiga absorber hacia el sistema linfático los filtrados que no han podido pasar al sistema venoso. Es importante saber que no se obtendrá ningún éxito si no aplicamos correctamente la dirección, velocidad, presión y ritmo adecuados en el drenaje linfático manual; hay que tener siempre en cuenta la etiopatología existente.
Las indicaciones al DLM entran en los campos de la estética, en tratamientos de acné, celulitis, edemas faciales, regeneración celular, adelgazamiento, etc. En medicina y cirugía trata los edemas linfoestáticos, enfermedades reumáticas, afecciones de las vías respiratorias, edemas post operatorios, embarazo, accidentes y quemaduras por mencionar algunos.
El sistema linfático desempeña dos importantes funciones en nuestro organismo:
El paciente se pone en prono o supino, dependiendo de la zona a trabajar. Lo primero es explorar el cuerpo del cliente con nuestras manos para poder detectar las zonas de dolor, inflamación, etc.
El tratamiento en general dura 2 a 3 horas. Pero cada tratamiento dependerá de cada caso en concreto.
La intensidad es siempre suave, con un ritmo lento, constante, monótono. El drenaje linfático manual jamás debe hacerse rápido.
Normas básicas:
Recordemos que el drenaje linfático manual es una herramienta útil para la medicina y para la estética al ser un masaje terapéutico que mejora la apariencia de tu piel.